Nuestra Pastoral
OBJETIVO GENERAL DEL PLAN DE PASTORAL
Asumir el Evangelio de Jesucristo, iluminados por el carisma de san Juan Bautista de La Salle, para ser fermento del amor de Dios, de la promoción de la justicia y de la paz, y cooperar a la transformación de la realidad, a través de Comunidades Educativas en Pastoral.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
a) Articular, unificar y dinamizar los procesos de Evangelización en el Distrito La Salle Brasil-Chile.
b) Desarrollar y consolidar el Servicio de Pastoral en las Comunidades Educativas Lasallistas en la perspectiva de la Escuela en Pastoral.
c) Favorecer ambientes que estimulen la vivencia del Evangelio manifestado en el compromiso con la sustentabilidad del Planeta y el desarrollo integral del ser humano y de la sociedad.
d) Sensibilizar a las Comunidades Educativas a una Cultura Vocacional, despertando al sentido de la vida, tomando conciencia de nuestro ser y de nuestra misión como promotores y protagonistas de la construcción del Reino de Dios.
e) Despertar a una dimensión misionera y solidaria, a partir del conocimiento de los problemas sociales de su realidad, construyendo una cultura de la solidaridad que contribuya a la transformación social.
Pastoral Vocacional
El Plan de Formación Vocacional de los Hermanos Lasallistas contempla las dimensiones humana, cristiana y lasallista. Además, define la Pastoral Vocacional (PV) como “un proceso de discernimiento personal y comunitario, progresivo y permanente en una dinámica de oración, reflexión y compromiso” . A partir de los itinerarios de formación, la animación vocacional lasallista desea que todos los jóvenes/adultos acompañados tengan y/o desarrollen un proyecto de vida que les permita hacer una opción, teniendo en cuenta la propia historia, el propósito de crecimiento y el llamado de Dios.
Por definirse la persona como un ser en relación, la vocación del mismo se concretiza en la relación con Dios y en las necesidades de las personas y del mundo. Por eso, la respuesta al llamado es personal y comunitaria. La felicidad, la libertad, la solidaridad son temas fundamentales del proceso de la madurez vocacional. Un proyecto de vida bien orientado y discernido, que contemple a la persona en su integralidad y potencialidades, podrá contribuir con la construcción de una sociedad más justa, fraterna y humana, al servicio del Reino de Dios.
Una Animación Vocacional, en la perspectiva del seguimiento de Jesucristo, debe formar para la disponibilidad evangélica, para la apertura al amor. En esa perspectiva, la formación en la fe es esencial no como una parte de la vida, sino como una experiencia que dinamiza toda la vida. La vocación cristiana exige una experiencia que se testimonia en los valores del Evangelio.
Hoy la responsabilidad por el futuro del carisma es de todos los Lasallistas. Según la Eclesiología del Pueblo de Dios-Comunión todos estamos llamado a ser protagonistas en la Iglesia. Ser Corazón, Memoria y Garantía del carisma es actualmente tarea de todos los integrantes de la Familia Lasallista. Compartir el carisma significa asumir la mística, la misión y participar activamente en las nuevas estructuras de la animación de la misión educativa. Formar a las nuevas generaciones significa, igualmente, priorizar los valores evangélicos de fe, justicia, fraternidad, servicio y solidaridad.
El Servicio de Animación Vocacional colabora con las personas en la búsqueda del sentido de vida, en la realización de sus sueños, proyectos y aspiraciones más profundas de felicidad, siempre en conformidad con el llamado de Dios para cada ser humano. Así, desde el punto de vista metodológico, habrá que tener presente que la Animación Vocacional necesita ser pautada en procesos graduales, convergentes, personales y comunitarios. Por estas características ella se desarrolla en sucesivas experiencias de encuentros, contenidos y procesos, pensados, planificados y evaluados a partir de la realidad de cada grupo y/o el vocacionado.